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Hipertensión: cuáles son los alimentos con sal más consumidos?

15/05/15 

Un estudio científico reveló cuáles son los alimentos procesados de alto contenido de sal que más frecuentemente consumen los argentinos‚ en el marco del Día Mundial de la Hipertensión que se conmemora el próximo domingo.

Los datos surgen de un trabajo llevado a cabo por investigadores del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS) a través del Centro de Excelencia en Salud Cardiovascular para el Cono Sur (CESCAS) y financiado por el International Development Research Centre (IDRC) de Canadá.

 

El estudio se realizó durante 2013 y 2014 e incluyó a 1.831 hombres y mujeres de entre 35 y 74 años de las provincias de Buenos Aires y Río Negro, que fueron seleccionadas según un riguroso criterio estadístico.

 

Todos ellos respondieron a una encuesta sobre hábitos alimenticios que preguntaba con qué frecuencia se consumieron ciertos alimentos procesados (pan de panadería, queso, pizza, caldos y/o saborizantes en polvo y empanadas), considerados las principales fuentes de sal.

 

Dicha información resulta relevante porque la sal aumenta la presión arterial y la hipertensión constituye justamente el mayor factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares (como infarto y accidente cerebro vascular), la principal causa de muerte de nuestro país.

 

Entre los principales hallazgos de este trabajo se encuentra que la población ingiere los siguientes alimentos al menos una vez por semana:

 

El 73% consumió pan de panadería (pan francés) al menos 1 vez por semana (35% lo hizo más de 3 veces por semana); el 65% quesos; el 47% caldos comerciales o polvos para saborizar; el 48% comió pizza y el 46% empanadas; el 38% consumió fiambres; el 30% galletitas de agua o salvado y el 27% sopas instantáneas.

 

El estudio estimó que el pan de panadería, los caldos comerciales y/o saborizantes en polvo, las sopas instantáneas y los quesos aportan en promedio aproximadamente dos gramos de sal por día, es decir, la cantidad que tienen 2 sobrecitos de sal de un gramo.

 

Esta cifra es notoriamente alta si consideramos que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el consumo diario recomendado es de hasta 5 gramos.

 

El estudio del IECS también indagó cuál es la conducta de los argentinos al agregar sal, observándose que el 11% agrega sal a la comida en la mesa mientras que el 73% consume alimentos que siempre o la mayoría de las veces han sido preparadas o cocinadas con sal.

 

En ese sentido, un consejo útil es cocinar en casa y reemplazar la sal por hierbas o limón (elementos que saborizan sin agregar sodio), además de no poner el salero en la mesa, para así evitar agregar sal a las comidas sin haberlas probado.

 

"Si bien casi todos los alimentos contienen algo de sodio naturalmente, los alimentos frescos (frutas, verduras, frutos secos, arroz y otros cereales, legumbres, carnes frescas, huevos y leche) aportan en general cantidades pequeñas de sal.

 

Las principales fuentes de sodio en la alimentación de los argentinos son la sal agregada durante la cocción o en la mesa y algunos alimentos procesados, que contienen grandes cantidades de sodio por porción.

 

En algunos casos, se trata de alimentos "salados", como los fiambres y embutidos, los alimentos en salmuera o los snacks (como papas fritas, chizitos, maníes, etcétera). Los caldos y sopas concentradas y los polvos para saborizar también se incluyen en este grupo.

 

Los panificados en general, y especialmente el pan de panadería y las galletitas tipo crackers o de salvado, también contienen cantidades importantes de sal.

 

"Debido a que este tipo de alimentos aporta la principal fuente de sodio (sal) de nuestras comidas, es aconsejable reservarlos para ocasiones especiales, o buscar reemplazos con menor contenido de sodio si se consumen con frecuencia", asegura la Licenciada Natalia Elorriaga, nutricionista e investigadora del IECS a cargo de este trabajo.

 

"Un buen consejo para quienes consuman este tipo de alimentos es leer la tabla nutricional que está en los paquetes de los productos. Hay que mirar especialmente el ítem "sodio" y elegir los alimentos que tengan valores más bajos".

 

"En la misma etiqueta, también es útil mirar el porcentaje del valor diario (%VD), pues nos ayuda a saber si esa cantidad de sodio es mucha o poca. El VD representa el total que se puede consumir en el día dentro de una dieta saludable", agrega.

 

"Aunque parezca difícil, podemos disfrutar de una alimentación más saludable, con menos sal pero con más sabor. El gusto por lo salado es un hábito que aprendimos, no es innato, y podemos reeducarlo. Al cabo de unos meses, podemos comer con menos sal sin echarla de menos y hasta redescubrir los sabores de algunos alimentos".

 

"Si utilizamos como condimentos alimentos naturales frescos (como ajo, perejil, jugo de limón u otros cítricos) o especies aromáticas o picantes (como orégano, tomillo, azafrán, pimentón o pimienta) y recurrimos a técnicas de cocción que mantengan el sabor de los alimentos o lo realcen (como la cocción al vapor, cocinar al horno o a la plancha, en vez de hervir los alimentos), podemos sorprendernos de los resultados", concluye la especialista. .

 

Hipertensión en la Argentina .

 

Según un estudio del IECS (llamado CESCAS 1) publicado en 2015 en la revista científica International Journal of Cardiology, el 43 por ciento de la población de Argentina de entre 35 y 75 años tiene hipertensión y el 55 por ciento de estas personas no lo sabe.

 

"Las cifras son preocupantes porque la hipertensión arterial está asociada a más del 50% de los infartos y dos tercios de los accidentes cerebro-vasculares. Constituye uno de los primordiales problemas en salud pública en Argentina", aseguró el director general del IECS, Adolfo Rubinstein.

 

"Apenas una de cada cinco personas hipertensas tiene la presión controlada (es decir que tiene menos de 140/90mmHg) y la mayoría de los que no están bien controlados es porque no saben que son hipertensos", agregó Rubinstein.

 

Tener controlada la presión significa que la presión está por debajo de 140/90mmHg. (Los profesionales de la salud suelen mencionar esta medida como "14/9").

 

"Hay una diferencia importante entre personas que tienen la presión controlada y las que están tratándose la presión. No todos los hipertensos que reciben tratamiento (farmacológico o no farmacológico) tienen la presión controlada. A veces el tratamiento resulta insuficiente y otras veces los pacientes toman mal la medicación, es decir, la toman algunos días y otros no porque se olvidan o no pueden pagarla y por eso baja la eficacia del tratamiento", explicó.

 

Para controlar la hipertensión son importantes tanto el diagnóstico como el tratamiento y seguimiento.

 

"Una vez que una persona con presión alta recibe tratamiento, debe medirse la presión periódicamente para verificar que realmente esté bajando y llegue a menos de 140/90", agrega el especialista.

 

El Día Mundial de la Hipertensión constituye un llamamiento mundial a la acción y una forma de movilizar la lucha.

 

 

Cortesía Salud Terra Argentina