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Hortalizas y verduras crucíferas, ¿una ayuda vegetal frente al cáncer?

06/11/15 

Son las verduras que más variedad de moléculas anticáncer contienen y de entre ellas se considera al brócoli la de mayor poder frente a la enfermedad
A la familia de las crucíferas pertenecen vegetales muy empleados en los fogones españoles como col, coliflor o los grelos pero también otros menos asociados a nuestra cultura culinaria como coles de Bruselas, los rábanos o las semillas de mostaza.
Esta amplia variedad de vegetales, cada vez más estudiada en la investigación básica frente al cáncer, también incluye a la lombarda, el repollo, berros, nabos y la cada vez más popular col rizada o 'kale', que se ha puesto de moda entre los gurús de la alimentación saludable en Estados Unidos.
Según explica a Infosalus Odile Fernández, médico de familia y autora de 'Alimentación y vida anticáncer' (Urano, 2015), lo que convierte a las crucíferas en una familia de vegetales aliados frente al cáncer son unos fitoquímicos específicos que le aportan su sabor y olor característicos denominados glucosinolatos y cuya peculiaridad es que se activan y despliegan todo su poder anticáncer cuando se mastican o trituran. Los beneficios anticancerígenos de las crucíferas en los principales tipos de cáncer se ponen en marcha a través de mecanismos fisiológicos como los que promueven el suicidio celular (muerte celular programada o apoptosis) de las células que podrían promover el cáncer; la activación el sistema inmune, sobre todo de las células NK ( del inglés 'Natural Killers') que se dirigen a las células tumorales; o su efecto antiangiogénico que inhibe la proliferación de la red de vasos sanguíneos que da soporte a los tumores.
Se ha observado en estudios en laboratorio que los principios activos presentes en las crucíferas son capaces de inhibir la expresión de los genes BRCA1 y BRCA2 asociados al cáncer de mama. El consumo de estas verduras se ha estudiado como preventivo frente a la recurrencia del cáncer de mama, su consumo regular (unas tres veces por semana en cualquiera de sus versiones) no sólo reduce el riesgo de una recidiva sino que también disminuye el riesgo de morir por cáncer.

BENEFICIOS EN FUMADORES Y EN LA MENOPAUSIA

Además, la doctora Fernández apunta que el poder antioxidante de estos vegetales ayuda a contrarrestar el efecto pernicioso del tabaquismo sobre los pulmones, de ahí que se recomiende a los fumadores consumir brócoli de forma regular. Otro de los beneficios de las crucíferas es su efecto favorable sobre la regulación de los niveles hormonales de estrógeno en el organismo que ayuda a aliviar los síntomas de la menopausia.
En otras culturas como la oriental o la hindú, las mujeres parecen presentar síntomas menopáusicos menos intensos y a ello podría contribuir el consumo regular de verduras como el brócoli o la mostaza respectivamente, apunta la autora también de otros dos textos de alimentación anti-cáncer ('Mis recetas anticáncer' y 'Mis recetas de cocina anticáncer') que superó en 2010 un cáncer de ovario en estadio IV con múltiples metástasis.

CÓMO COCINARLAS SIN PERDER PROPIEDADES

 Su color verde es un indicador de la presencia de fitoquímicos, si éste se desvanece y se vuelve amarillo, estos potentes componentes anticancerígenos se habrán perdido durante su preparación. "Si se hierven en agua durante más de 10 minutos se pierden más de la mitad de los sulfurafanos, sustancias muy potentes en la prevención del cáncer y muy sensibles al efecto del calor", apunta la doctora.

   Se pueden preparar salteadas en un wok o cocinadas al vapor, para lo que será suficiente con 5 o 6 minutos. Se pueden consumir crudas, en batidos y zumos, pero en este caso deben ser trituradas ya que se digieren mejor y podrían producir gases, para evitarlo también pueden tomarse fermentadas, como el conocido 'chucrut' alemán de col blanca en tiras finas.
Según concluye la doctora Fernández, la única advertencia de consumo en relación a las crucíferas es que deben tener especial cuidado quienes padezcan alteraciones tiroideas ya que influye sobre la tiroxina. Por ello, si se incorporan a la dieta de forma regular es importante pasar por controles habituales de TSH (hormona estimulante de la tiroides).
 
"Como en tantos otros casos, la virtud está en el término medio y lo que se recomienda es consumir crucíferas para disfrutar de sus beneficios sobre la salud de forma regular tres veces por semana", concluye la autora.