Noticias médicas
23/08/11
Muchos médicos siguen recomendando una evaluación anual para el cáncer de cuello uterino, por mucho que las actuales directrices al respecto señalen que algunas mujeres pueden esperar mucho más entre pruebas. Éstas son algunas de las conclusiones a que llegó Katherine Rolland, de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), de Estados Unidos, que se dedicó a comparar las recomendaciones con la praxis.
Para el estudio, que aparece en la edición en la revista American Journal of Obstetrics & Gynecology, Roland evaluó datos de dos encuestas nacionales de 2006, y halló que la mayoría de los facultativos seguían aconsejando evaluaciones anuales, incluso cuando los resultados de las pruebas y los antecedentes de la mujer sugerían que no era necesario.
Según las directrices de evaluación del cáncer de cuello uterino publicadas por la American Cancer Society en 2002 y por el American College of Obstetricians and Gynecologists en 2003, a partir de los 30 años las mujeres deben hacerse tanto un frotis de Papanicolaou como una prueba del virus del papiloma humano (VPH).
Si los resultados de ambas pruebas son normales, una mujer puede esperar tres años para su próximo Papanicolaou, que busca señales de cáncer en las células del cuello uterino de la mujer.
Roland presentó tres situaciones a los médicos y otros proveedores de atención de salud, cada una sobre una mujer entre los 30 y los 60 años con una prueba de Papanicolaou actualizada y normal. En una situación, no tenía un resultado actualizado de la prueba del VPH y antecedentes de dos Papanicolaou normales. En una segunda situación, tenía una prueba actualizada negativa del VPH y dos Papanicolaou normales consecutivos. En la tercera, tenía una prueba actualizada del VPH negativa, y no tenía antecedentes de Papanicolaou excepto el actual.
Un intervalo de tres años
Aunque las tres situaciones merecían recomendar un intervalo de tres años, la mayoría de médicos y otros que realizan las pruebas seguían recomendando una evaluación anual, informaron los investigadores.
"Hallamos que apenas la mitad de los proveedores usan la prueba conjunta del VPH", dijo Roland. No pudo explicar el motivo, ni por qué siguen indicando pruebas anuales incluso si realizan ambas pruebas según se aconseja.
Sin embargo, una de las limitaciones del estudio se debió a que no siempre fueron los médicos quienes respondían a las preguntas que planteaba el estudio, lo que podría haber menoscabado la precisión de algunas respuestas.