Noticias médicas
07/10/11
A partir de la nota sobre la campaña de vacunación contra el virus del papiloma humano (HPV) que publicó ayer LA GACETA, el doctor Federico Vázquez, médico oncólogo, docente de la cátedra de Ginecología y presidente de la Sociedad de Patología de Tucumán, brindó algunos detalles sobre el tema.
En una carta enviada al decano de la Facultad de Medicina de la UNT, Mateo Martínez, Vázquez apuntó que la industria farmacéutica mundial en muchas oportunidades ofreció nuevos medicamentos como panaceas y logró ventas masivas con publicidad engañosa. "Tal es el caso de la talidomida, que causó verdaderas epidemias de alteraciones en huesos largos, llegándose incluso a la focomelia (ausencia total de brazos y piernas). Lo mismo sucedió con la sibutramina, recomendada para dietas reductoras y que tuvo consecuencias cardiológicas que podían llevar a la muerte", señaló.
Según el especialista, ese podría ser el caso de la vacuna para el HPV, promocionada para la prevención del cáncer de cuello uterino. "La única verdad es que el mundo científico aún no ha podido encontrar las causas que pueden generar los más de 100 tipos de cánceres que afectan a la humanidad, por lo que suponer que esta vacuna previene el cáncer de cuello uterino es una utopía", agregó.
Efectividad
En este sentido, Vázquez comentó que todavía no se ha podido demostrar la efectividad de la vacuna. "Los anticuerpos que se generan sólo duran en el organismo de cinco a ocho años, de manera que habría que vacunar entonces cada cinco u ocho años. Lo grave es que esto daría una sensación de seguridad a las mujeres, quienes entonces dejarían de realizarse los estudios de Papanicolau y colposcopía cada uno o dos años. Y lo cierto es que estos métodos de estudio son los únicos que permiten un diagnóstico oportuno del cáncer", dijo.
Tampoco -según Vázquez- se indican los efectos colaterales que en algunos casos han llevado a la muerte a mujeres jóvenes. "Según los laboratorios que producen las vacunas, habrá que esperar unos 10 años para evaluar si efectivamente previene el cáncer; pero es posible que las conclusiones sean negativas y falsas. Por ejemplo: hoy se vacunarían niñas de 10 y 11 años y se las controlaría a los 20 años. Pero a esa edad el cáncer de cuello uterino es una rareza extrema, ya que el promedio de edad del cáncer es de 45 años", señaló.